MI PRIMER AÑO DE UNIVERSIDAD

Hola amores!

Lo primero dar las gracias a todos los que me seguís en mi cuenta de Instagram personal (@MerySCM_DR97) porque hemos llegado a 30.000 seguidores, muchísimas gracias, de verdad, y también agradecerte a ti por leerme, sí a ti.

Y lo segundo, pues como muchos sabréis, estudio Derecho y ADE, y os voy a contar mi primer año de universidad, no voy a ser objetiva, solo voy a contar lo que me ha pasado y lo que pienso a día de hoy.

Yo desde los 6 años he querido ser notaria, sé que es casi imposible pero es mi sueño desde pequeña, empezó siendo un juego, una tontería que nadie se creía, lo típico, las niñas normalmente decían “de mayor quiero ser modelo o cantante” y yo decía “yo quiero ser notaria”, provocaba las típicas risas, de hecho, cuando lo decía en el colegio, la mayoría de mis compañeros no sabían ni lo que era y yo me sentía madura por saberlo jaja el caso es que lo que empezó siendo como un juego de una niña de 6 años, ha llegado hasta el punto de que acabo de terminar el primer año de Derecho y ADE. Nadie se pensaba que 13 años después, yo quisiera seguir luchando por ese sueño de niña, nadie daba un duro por mí, hablando mal y pronto, pero aquí estoy, intentando vivir ese sueño de niña.

He de decir que ahora soy realista, y sé que no tengo casi posibilidades de llegar a ser notaria pero al final Derecho me ha gustado bastante más de lo que pensaba y si no llegara a esa meta, no me importaría ejercer de cualquier profesión que esté ligada al Derecho, la política y la docencia.

Partiendo de esto, os contaré como ha sido mi primer año de universitaria. El primer mes fue horrible académicamente hablando, porque socialmente fue maravilloso porque conocí a personas maravillosas, pero en el tema estudios, fue una gran decepción, empezando porque entré en Derecho y ADE de rebote, porque yo quería Derecho y Economía y no entré por 0,03 en mi nota de selectividad, y puede que esa mala suerte provocara mi desmotivación en el primer mes del curso. Fue un mes de llantos, de frustración, de angustia, porque yo tenía Derecho muy idealizado y me di cuenta de que no estaba en el sitio adecuado, que no me gustaba ninguna asignatura y que no me sentía cómoda porque no entendía la mitad de las palabras que los profesores utilizaban para dar sus clases. Pero al pasar un mes y medio decidí calmarme y pensar en lo que realmente me gustaba y me di cuenta de que las únicas asignaturas que me gustaban eran las relacionadas con política, esto me provocó un mayor interés, empecé a tomarme las clases con otra filosofía y con optimismo, y eso se notó anímicamente. 

ADE, por otro lado, no me gustaba ni el primer mes, ni el segundo, ni ahora que estoy de vacaciones tampoco, pero eso no me afectaba tanto porque yo no tenía ADE idealizado, cosa que a Derecho sí. El caso es que en Enero, al ver que mis resultados académicos eran desastrosos, suspendí todas las asignaturas tanto de Derecho como de ADE, empecé a replantearme muchas cosas. Lo primero me di cuenta, de que eso de estudiar el día de antes, como había hecho durante 18 años, ahí ya no servía, y lo segundo, decidí abandonar casi por completo todas las asignaturas de ADE, decidí centrarme en Derecho, y conseguir aprobar cinco asignaturas para poder cambiarme a Derecho y Ciencias Políticas el curso siguiente, era un reto difícil porque tenía que recuperar lo del cuatrimestre anterior y además centrarme en el segundo cuatrimestre pero me motivaba y me daba un impulso para luchar por cambiarme a la carrera que de verdad me gustaba y que aunque no tuviera ni la mitad de las salidas que ADE, era mi verdadera vocación. Ahí me di cuenta de que fue un error pensar en las salidas profesionales de cara a elegir los estudios que iba a realizar, me di cuenta de que un trabajo es algo que estará contigo toda tu vida o gran parte de ella y que tienes que elegir con el corazón, no con la cabeza, tienes que elegir lo que realmente te gusta. 

El segundo cuatrimestre fue duro por la presión que tenía encima pero me lo tomé lo mejor posible aunque he de decir que estaba un poco insoportable, estudié un poco más, pero tengo que reconocer que mi vagueza volvió a resurgir y eso provocó que tuviera exactamente los mismos resultados que en el anterior cuatrimestre, volví a suspender todo. Y ahí fue cuando reaccioné de verdad, puesto que si no aprobaba mínimo dos asignaturas me echaban de la carrera y sinceramente si eso hubiera pasado no sabría qué hacer con mi futuro y con mi vida, porque no me veo estudiando otra cosa que no sea Derecho. 

Así que llegó mayo, y vi que tenía tan solo un mes para recuperar las once asignaturas que había suspendido, el objetivo de aprobar cinco para cambiarme de carrera era casi imposible, así que mi objetivo principal era aprobar dos para poder seguir en la carrera, y ya se vería que hacía con ADE, porque lo que tenía clarísimo era que no quería volver a dar ni una sola asignatura de esa carrera nunca más. Solo conseguí aprobar tres asignaturas de Derecho, así que me salvé, y bueno de ADE, a la mayoría de los exámenes ni me presenté. Y como consecuencia, pues no he podido cambiarme de carrera, lo intentaré el curso que viene porque tengo clarísimo lo que quiero hacer en mi vida y con mi vida.

He de decir, que no lo considero un año perdido porque este año me ha servido para darme cuenta de lo que realmente es mi vocación, de lo quiero y lo que no quiero, y de que las cosas no llegan solas y hay que luchar por conseguir tus propias metas. Me toca estar otro año en un sitio donde no me veo cómoda, pero lo veo todo con otra perspectiva, ya que sé los fallos que he cometido durante este curso, y no los quiero volver a cometer. Por lo tanto, con esta experiencia personal solo quiero que os quedéis con este último párrafo, con que no elijáis vuestro futuro por lo que os digan terceras personas o por lo que pensáis que es lo mejor para vosotros, puesto que lo mejor para vosotros es ser felices, y solo lo conseguiréis si lucháis con el corazón y no con la cabeza.

Muchas gracias por leerme una vez más, y recordad que vuestra propia felicidad debe ser la única meta. Nos vemos en el próximo post!

Maria Alarnes Domínguez

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