miércoles, 23 de mayo de 2018

POSDATA: BASTANTE ES MUCHO

Nunca pensé que llegaría un día en el que estaría escribiendo estas líneas, porque nunca pensé que podría llegar a querer a nadie como te quiero a ti.

Nunca pensé que montarme en un avión destino a un país desconocido iba a darme un giro completo a mi vida y que ese viaje me haría sentir lo que a día de hoy siento por ti.

Nunca pensé que llegaría a sentir y a querer compartir cada día de mi presente con alguien que hasta entonces solo veía como un amigo.

Dicen que lo inesperado es lo más bonito, lo que más te sorprende y lo que más te hace sentir, y les doy la razón, porque fuiste un suceso que nunca pensé que ocurriría en mi vida pero que a día de hoy no quiero que se acabe, no quiero no tenerte en mi presente.

Hace no tanto, hace exactamente no más de cuatro meses iba por la calle, veía las típicas “parejas felices” y pensaba que no estaría en esa situación jamás, que nunca llegaría alguien que me diera un vuelco al corazón y que me rompiera todos los esquemas, que nunca llegaría a querer a nadie de esa forma, y no por esas terceras personas que se acercaban a mí con esa intención, sino única y exclusivamente por mí, no me veía capaz de sentir lo que sienten esas “parejas felices”, me producían envidia, envidia sana de verles afrontar la vida al lado de otra persona compartiéndolo todo y contagiando a los que pasaban a su lado de esa felicidad plena que sus ojos reflejaban, pero algo en mí me decía que nunca sería yo la protagonista de aquellas historias que yo pensaba que solo ocurrían en los cuentos de hadas y en las películas americanas.

Nunca pensé que llegaría alguien que me rompiera la coraza que durante veinte años me había creado para que nadie me hiciera daño, que supiera hacerme ver el lado bueno de las cosas, que me enseñara a disfrutar de las pequeñas cosas que te da la vida, de los pequeños detalles, que convirtiera un día de mierda en el mejor día que podía imaginar, que me revolviera las mariposas con tan solo recibir un mensaje, que me hiciera evadirme del tiempo y que convirtiera las horas a su lado en tan solo segundos.

Nunca pensé que desearía ver a alguien cada día, de hecho, yo era la típica que decía “que pesadas esas parejas que se ven todos los días, no sé como no se cansan el uno del otro”, y mírame, ahora cuento los segundos para el próximo beso, el próximo abrazo, la próxima caricia o la próxima noche en la que podré dormir a tu lado. 



No te voy a negar, que aún sigue existiendo esa niña de los miedos, de las corazas y de las ideas claras frente a todo, pero también te digo que lo que has conseguido tú, no lo ha conseguido nadie y que me encanta que hayas sido el primero en romperme este guión de vida que llevaba escrito desde que nací, con todo planeado y que ahora, ni yo misma sé cómo será el siguiente capítulo, ¿pero sabes qué? Por primera vez en mi vida, quiero arriesgarme, asumir el riesgo de estrellarme contra un muro y romperme en pedazos, porque pese a que eso pasara, habrá merecido la pena por todo lo que me queda por vivir a tu lado, que es bastante y bastante es mucho. 

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